Trastorno del Sueño en niños . -El sueño es un estado de reposo que utiliza el organismo para recuperarse de los esfuerzos sufridos durante el periodo de vigilia, resultando una conducta natural, periódica, transitoria y reversible. En todas las edades existe un amplio grado de posibilidades que son consideradas como sueño normal, y en el caso de los niños, este rango es todavía mucho mayor, siendo su patrón habitual el siguiente:
Sin embargo, la mayoría de los niños presentan alguna dificultad o problema en algún momento para dormir, siendo el Trastorno del Sueño en niños, muy frecuentes y en función de la edad se presenta típicamente diferentes problemas:
Durante el primer año de vida, la queja más frecuente de los padres suele centrarse en que el niño no duerme durante la noche.
Durante el segundo año de vida, las quejas se centran en que el niño quiere irse a dormir y que durante el sueño aparecen pesadillas.
En el niño de 3 a 5 años la variedad de problemas se incrementa, el niño se niega a irse a dormir, tiene dificultades para conciliar el sueño, se despierta en mitad de la noche y hay presencia de pesadillas.
Estos trastornos crean gran preocupación en los padres debido que no saben cómo tratar estos problemas.
Los trastornos del sueño en niños más comunes se clasifican en dos grupos: las disomnias que son trastornos en la cantidad, calidad, horario del sueño, inicio y mantenimiento… y las parasomnias que son fenómenos que pueden interrumpir el sueño y que se producen en un estado mezcla de sueño y vigilia parcial.
El insomnio (disomnia) se caracteriza por la dificultad para iniciar o mantener el sueño o que este no sea reparador. En los niños muchos problemas del sueño pueden ser fruto de problemas médicos como cólicos, reflujo… Y otros pueden ser causados por trastornos emocionales. La dificultad para conciliar el sueño suele ser debido a hábitos erróneos y suele afectar a niños de entre 6 meses a 5 años y es producido por una deficiente adquisición del hábito del sueño. El niño suele tener dificultades para iniciar solo el sueño, se despierta continuamente a lo largo de la noche, requiriendo ayuda de nuevo para volver a dormir. En estos casos se recomienda que los padres controlen los estímulos que están alterando el sueño del niño, estableciendo unos hábitos y rutinas adecuadas.
Otra causa del insomnio suele darse en el caso de niños mayores y las dificultades para dormir pueden relacionarse con situaciones de ansiedad y miedos, con pensamientos inquietantes producto de preocupaciones, cambios en los hábitos y en relación con cambios vitales. En este caso, se recomienda a los padres que acudan al profesional de la psicología para determinar la causa y mantenimiento del problema y aplicar las correspondientes técnicas cognitivo-conductuales para reducir el malestar.
Las pesadillas (parasomnia) suelen ser sueños largos y elaborados que producen terror, hacen referencia a situaciones de peligro físico y dejan un recuerdo vívido. Estos sueños suelen producir que el niño se despierte y al despertar recupera rápidamente el estado vigilia, siendo capaz de relatar el sueño con detalles. Suelen provocar una sensación prolongada de miedo que puede dificultar el conciliar de nuevo el sueño, lo que en ocasiones desemboca en largos periodos de insomnio. Las pesadillas son muy frecuentes en niños entre los 3 y 6 años, especialmente si están sometidos a un estrés psicosocial intenso. Los padres deben intentar calmar al niño, que estará despierto y plenamente consciente, tratando de quitar importancia a lo soñado.
Dentro de los Trastorno del Sueño en niños , los terrores nocturnos, al igual que las pesadillas, son reacciones de temor durante la noche, pero es algo mas llamativo, ya que el niño, de forma súbita se sienta en la cama y grita. El niño presenta llanto brusco e inesperado, con una expresión de miedo intenso en la cara y con grandes signos de activación (respiración agitada, gran sudoración…) junto con gran agitación corporal. Resulta muy difícil despertar al niño ya que se encuentra muy profundamente dormido, y si se consigue es habitual que se manifieste confuso y desorientado y poco reactivo al entorno por lo que los intentos de tranquilizarlo y consolarlo son ineficaces. Lo más habitual es que el niño no se llegue a despertar del todo y a la mañana siguiente no tenga ningún recuerdo del episodio. Suelen aparecer en torno a los 2-3 años de edad, cediendo espontáneamente al llegar a la adolescencia. Se han relacionado con una inmadurez del sistema nervioso y con situaciones de temor, estrés, fatiga y enfermedades físicas. La actitud de los padres ha de consistir en vigilar al niño para que no se caiga de la cama o tenga algún accidente, sin intentar despertarle, al cabo de 5-10 minutos el episodio desaparecerá espontáneamente y el niño volverá a dormirse.
Las intervenciones terapéuticas empleadas en el tratamiento de los Trastorno del Sueño en niños han demostrado ser eficaces, desapareciendo los problemas al regularizar e implementar hábitos del sueño, gestionar las emociones y pensamientos y con frecuencia, tratar la posible influencia de problemas en distintos ámbitos (escuela, hogar…) que pueden aumentar la tensión del niño.
Psicologa Clínica