El «flow» se refiere a un estado mental en el que una persona está completamente inmersa y concentrada en una actividad. Este concepto fue popularizado por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi. Durante el estado de flow, la persona experimenta una sensación de control, creatividad y satisfacción, perdiendo la noción del tiempo. Es común en actividades como el deporte, el arte, la escritura o el trabajo creativo.
El estado de flow no solo es placentero, sino que también es altamente beneficioso. Las personas que experimentan flow con regularidad tienden a ser más felices y productivas. Además, el flow puede mejorar el aprendizaje y el desarrollo de habilidades, ya que permite a las personas practicar a un nivel alto y de manera sostenida.
Cuando las personas están en un estado de flow, experimentan un nivel de concentración y compromiso que les permite enfrentar tareas desafiantes con un sentido de control y satisfacción.
Esto es crucial en septiembre, ya que este mes suele implicar una reestructuración de horarios, la planificación de nuevos proyectos y la adaptación a un ritmo más exigente.
Para entrar en flow durante la vuelta a la rutina, es importante que las actividades diarias sean desafiantes pero alcanzables. Si el trabajo o los estudios se perciben como abrumadores, es probable que la persona sienta ansiedad, lo que dificulta la entrada en flow. Por otro lado, si las tareas son demasiado fáciles, pueden generar aburrimiento y falta de motivación. Encontrar un equilibrio entre estos extremos es esencial para maximizar la productividad y el bienestar en este periodo.
Además, el flow requiere un ambiente que minimice las distracciones y permita una inmersión completa en la actividad. Al regresar a la rutina en septiembre, crear un espacio de trabajo o estudio adecuado, libre de interrupciones, es fundamental para facilitar este estado mental. También es útil establecer metas claras y dividir las tareas en pasos manejables, lo que puede ayudar a mantener la concentración y la motivación.
La vuelta a la rutina en septiembre también implica un reajuste en la percepción del tiempo. Durante las vacaciones, el tiempo suele percibirse de manera más relajada, pero con la vuelta al trabajo o a los estudios, es necesario reenfocar esta percepción. El flow altera la percepción del tiempo, haciendo que las horas pasen rápidamente cuando se está inmerso en una tarea. Esto puede ser un gran aliado para hacer que las largas jornadas de trabajo o estudio se sientan más llevaderas y menos tediosas.
Incorporar el flow en la vuelta a la rutina de septiembre no es solo una estrategia para ser más productivo, sino también para disfrutar más del proceso. Al encontrar el equilibrio adecuado entre desafío y habilidad, establecer un ambiente adecuado y enfocar las tareas de manera que favorezcan la concentración, es posible transformar este mes de transición en una oportunidad para alcanzar un estado de bienestar y satisfacción tanto en el trabajo como en la vida personal.
Septiembre, con su aire de renovación tras el descanso estival, se presenta como un momento ideal para poner en marcha nuevos proyectos. A medida que las vacaciones llegan a su fin, muchas personas sienten una mezcla de nostalgia por el verano y entusiasmo por lo que está por venir. Este mes marca el inicio de un nuevo ciclo, una oportunidad para reactivar la energía y canalizarla hacia metas y objetivos frescos.
La vuelta a la rutina en septiembre trae consigo una sensación de «nuevo comienzo» similar al inicio del año. Es un momento en el que la mente está más descansada, lo que facilita la creatividad y la capacidad de enfoque. Esta mentalidad renovada es propicia para concebir y planificar nuevos proyectos, ya sea en el ámbito profesional, personal o educativo.
El clima de septiembre, con sus días que empiezan a acortarse y el suave descenso de las temperaturas, también invita a una mayor introspección y concentración. A diferencia de los meses de verano, cuando las distracciones son abundantes, septiembre ofrece un entorno más tranquilo y estable para centrar la atención en objetivos a largo plazo. Esta estabilidad es crucial para establecer las bases sólidas de cualquier nuevo proyecto.
Además, el ritmo de vida que se retoma en septiembre puede ser un aliado poderoso para la productividad. El regreso a horarios más regulares y la vuelta a las actividades cotidianas crean una estructura que facilita la planificación y ejecución de nuevas ideas. Con el calendario de trabajo o estudio nuevamente en marcha, es más fácil integrar nuevos proyectos en la rutina diaria, asegurando que reciban la atención constante que necesitan para prosperar.
Septiembre también es un mes en el que muchas organizaciones y empresas comienzan a implementar sus planes para el último trimestre del año. Esto significa que es un momento estratégico para alinear nuevos proyectos con las oportunidades que se presentan en el entorno laboral o de negocios. La motivación general que acompaña este «recomienzo» puede ser contagiosa, impulsando tanto a individuos como a equipos a ser más ambiciosos y proactivos en la búsqueda de sus objetivos.
Este es también un momento perfecto para hacer balance de lo que se ha logrado hasta ahora en el año y ajustar o redefinir metas. Si hubo proyectos que quedaron pendientes o ideas que surgieron durante el verano, septiembre ofrece la oportunidad de darles forma y ponerlas en marcha con una nueva perspectiva. La combinación de una mente descansada y un entorno propicio para la concentración puede ser la clave para convertir estas ideas en realidades tangibles.
Septiembre es mucho más que un regreso a la rutina; es un momento de renacimiento y oportunidad. Con la energía renovada después del verano y un entorno que favorece la planificación y ejecución, este mes se convierte en el escenario perfecto para lanzar nuevos proyectos. Aprovechar esta oportunidad puede marcar la diferencia entre un cierre de año exitoso y la mera continuación de lo que ya se venía haciendo. Es el momento de transformar las ideas en acción y aprovechar el impulso natural que trae consigo este mes para alcanzar nuevos logros.
A continuación, podemos escuchar a la directora del área clínica del Centro de Psicología, Montserrat Guerra, nos habla sobre el «flow» y por qué debemos reajustar nuestros objetivos vitales en el inicio del curso escolar. PULSAR PARA ESCUCHAR EL PODCAST DE LA ENTREVISTA (Minuto: 48)