«La obesidad es un problema complejo que puede causar un gran sufrimiento a quienes la padecen», afirmó Guerra. «No solo enfrentan desafíos físicos, como enfermedades cardiovasculares o diabetes, sino que también pueden experimentar estigmatización social y dificultades emocionales relacionadas con su imagen corporal y autoestima».
Guerra también destacó el papel fundamental que desempeña la ayuda psicológica en el tratamiento de la obesidad. En el Gabinete de Psicología, reciben a diario solicitudes de personas que buscan apoyo para abordar los aspectos psicológicos de su lucha contra el sobrepeso. Además, señaló que cuentan con una psicóloga especializada en trastornos de la alimentación e imagen corporal, que está capacitada para tratar todos los aspectos relacionados con la obesidad, incluyendo la autoestima y el autoconcepto.
«Es fundamental entender que la obesidad va más allá de la dieta y el ejercicio», concluyó Guerra. «Para muchas personas, requiere un enfoque multidisciplinario que abarque tanto la salud física como la mental».
A continuación podemos escuchar a la directora del área clínica del Centro de Psicología, Montserrat Guerra, hablando de la Obesidad desde una Perspectiva Psicológica en una entrevista en Onda Cero Radio.
PULSAR PARA ESCUCHAR EL PODCAST DE LA ENTREVISTA (Minuto: 49)La obesidad es más que un simple problema de salud física; también puede tener un impacto profundo en el bienestar psicológico de quienes la experimentan. Desde la infancia hasta la adultez, las personas obesas a menudo enfrentan una serie de desafíos emocionales y psicológicos que pueden afectar su calidad de vida de manera significativa.
Uno de los impactos más evidentes de la obesidad en el ámbito psicológico es el estigma social. Las personas con sobrepeso u obesidad pueden enfrentar discriminación y prejuicios en diversos ámbitos de la vida, desde el lugar de trabajo hasta las interacciones sociales cotidianas. Este estigma puede llevar a sentimientos de vergüenza, baja autoestima y aislamiento social, lo que a su vez puede contribuir a un ciclo de estrés emocional y aumento de peso.
Además del estigma social, la obesidad también puede provocar trastornos de la alimentación y una relación negativa con la comida. Muchas personas recurren a la comida como una forma de hacer frente al estrés, la ansiedad o la depresión, lo que puede llevar a un aumento de peso y a sentimientos de culpa o vergüenza. A su vez, el aumento de peso puede desencadenar más ansiedad y depresión, creando un ciclo difícil de romper.
Otro aspecto importante del impacto psicológico de la obesidad es su influencia en la imagen corporal y la autoestima. Las personas obesas pueden experimentar una profunda insatisfacción con su apariencia física, lo que puede afectar su confianza en sí mismas y su capacidad para participar plenamente en la vida cotidiana. Esto puede llevar a evitar actividades sociales, deportivas o laborales por miedo al juicio de los demás, lo que limita aún más su calidad de vida y bienestar emocional.
Es crucial reconocer que la obesidad es un problema complejo que va más allá de la simple cuestión de la dieta y el ejercicio. Para abordar eficazmente este problema, es necesario adoptar un enfoque integral que incluya la atención tanto de la salud física como de la salud mental. La terapia psicológica puede desempeñar un papel importante en este proceso, proporcionando apoyo emocional, estrategias para hacer frente al estrés y herramientas para promover una relación más saludable con la comida y el cuerpo.