Montserrat Guerra ha hablado en el programa “Más de Uno de Onda Cero” sobre el papel que juega la amistad en nuestro bienestar emocional.
La amistad es fundamental para el bienestar psicológico, ya que nos ofrece apoyo y nos permite establecer un vínculo emocional. A lo largo de la vida, las amistades varían, adaptándose a las necesidades y etapas que atravesamos, como la infancia, la adolescencia, la adultez y la vejez, hay que tener en cuenta que cada tipo de amistad cumple un rol único.
Los amigos/as de la infancia son los primeros compañeros/as y nos enseñan a compartir, colaborar y resolver conflictos. Aunque algunas perduran toda la vida, muchas de ellas se disuelven con los cambios de colegio y/o de instituto.
Durante la adolescencia, los amigos/as son fundamentales para la construcción de la identidad. En esta etapa, se convierten en referentes importantes, mientras se comienza a buscar la independencia de los padres. Los amigos/as actúan como confidentes y compañeros/as de aventuras, ayudándonos a ver la vida desde nuevas perspectivas.
En los años universitarios o al inicio de la vida laboral, los amigos/as cumplen un papel vital en el apoyo emocional durante la transición hacia la adultez. Estas amistades suelen basarse en intereses comunes, como los estudios o la carrera profesional. Nos ayudan a enfrentar los desafíos de la independencia, las responsabilidades laborales y a forjar una identidad adulta. A menudo, estas relaciones se mantienen fuertes debido a la conexión emocional profunda que se crea en momentos de cambio y crecimiento.
En la adultez, las amistades suelen ser menos numerosas, pero más selectivas. Los amigos en esta etapa brindan apoyo emocional, compañerismo y consejo en áreas como el trabajo, la familia y los retos diarios. Finalmente, en la vejez, los amigos/as juegan un papel esencial en la lucha contra el aislamiento y la soledad. A medida que los hijos se independizan y los lazos laborales se debilitan, los amigos/as se convierten en un refugio emocional y social. Estas amistades proporcionan compañía, seguridad emocional y un sentido de pertenencia.
Durante la entrevista, Guerra ha destacado una capacidad muy interesante que se desarrolla cuando estamos con nuestros/as amigos/as: la resiliencia. La relación de amistad con nuestros/as amigos/as nos hace más resilientes porque nos proporcionan apoyo emocional y una red de seguridad en momentos de crisis o dificultad. Tener a alguien en quien confiar permite desahogar emociones, recibir perspectivas diferentes y sentirnos comprendidos/as. Este tipo de apoyo ayuda a procesar el estrés de manera más saludable, reduciendo la sensación de aislamiento y sobrecarga emocional.
En esta entrevista Guerra, también ha hablado sobre la oxitocina, esta es una hormona que juega un papel fundamental en la conexión social y en las relaciones de amistad. Está se libera en el cerebro durante las interacciones sociales que nos resultan agradables, como el contacto físico (abrazos, caricias) o incluso conversaciones que nos resultan significativas con amigos/as. La relación entre la oxitocina y los amigos/as es importante porque esta hormona fortalece los lazos emocionales, reduce el estrés y mejora el bienestar general. El estar con amigos/as, nuestro cerebro produce oxitocina, lo que nos hace estar más relajados/as con los demás. Además, este vínculo hormonal fomenta comportamientos prosociales, como la confianza, la empatía y el apoyo mutuo, que son esenciales para establecer relaciones de amistad saludables.
Por otro lado, Guerra también ha dado unas pautas sobre cómo gestionar los conflictos que surgen en las relaciones de amistad. Tener conflictos con amigos/as es algo inevitable, pero gestionarlos de manera saludable puede fortalecer la relación. Escuchar activamente, evitar culpar y buscar soluciones conjuntas son pasos importantes para resolver los desacuerdos sin dañar la amistad. Por otro lado, ha señalado que la pérdida de un amigo/a puede ser dolorosa, y el duelo puede ser un proceso similar al de la ruptura de otras relaciones importantes, como puede ser una pareja.
Finalmente, la directora del área clínica ha hablado de un concepto nuevo que es la soledad moderna. En la era de las redes sociales, las amistades auténticas pueden verse afectadas, ya que muchas conexiones digitales son superficiales. Por lo tanto, ¿cómo podemos mejorar la calidad de las relaciones sociales? Para mejorar la calidad de las relaciones, es fundamental priorizar el contacto cara a cara, limitar el tiempo en redes sociales y fomentar interacciones más profundas y significativas.
Esta entrevista de Montserrat Guerra nos ofrece una reflexión importante: La amistad verdadera requiere tiempo, dedicación y experiencias compartidas.
Pulsa para escuchar la entrevista: Minuto 47: Entrevista en Onda Cero