El Síndrome de la Imagen Congelada se refiere a la tendencia de algunas personas a mantener una percepción fija de sus seres queridos, resistiéndose a aceptar los cambios naturales que ocurren con el tiempo. Es decir, seguimos viendo a nuestros hijos/as como si fueran niños/as cuando ya son adolescentes, o a nuestra pareja como al principio de la relación, ignorando que las personas cambian y evolucionan.
En el programa «Más de Uno» de Onda Cero Cantabria, Montserrat Guerra ha abordado un tema poco conocido pero que afecta profundamente a muchas relaciones: el Síndrome de la Imagen Congelada.
Guerra ha afirmado que en terapia de pareja y/o terapia con adolescentes, es común escuchar quejas sobre este fenómeno. Padres e hijos/as, suelen enfrentarse cuando no aceptan que los adolescentes quieren y necesitan cosas diferentes a medida que crecen. Esto puede generar conflictos al intentar mantener las dinámicas familiares de siempre, afectando a la convivencia.
Guerra ha mencionado algunas frases que podrían indicar que alguien está atrapado/a en el Síndrome de la Imagen Congelada dentro de sus relaciones familiares o de pareja. Estas frases reflejan una percepción rígida, una falta de adaptación a los cambios y expectativas desactualizadas:
La directora del gabinete ha mencionado las tres causas más frecuentes:
Guerra ha ofrecido un ejemplo muy claro. Cuando los niños crecen entendemos que tienen que cambiar armario, pero cuando vamos viendo que van creciendo a nivel emocional, a veces no hay cambio de armario y esto es lo que dificulta la transición de una etapa a otra.
Mantener una imagen congelada de los demás puede generar consecuencias emocionales y de convivencia significativas, Guerra, ha comentado las más frecuentes:
Montserrat Guerra ha dado las siguientes recomendaciones para aceptar el cambio y el crecimiento de las personas que nos rodean.
Es importante que haya una apertura al diálogo. Debemos hablar con nuestros seres queridos sobre sus propios cambios y necesidades, escuchando de manera activa. Y hacerle comprender que es un cambio positivo que nos beneficiara a los dos. Además, esto hay que hacerlo desde la empatía, es decir, ponerse en el lugar del otro/a y reconocer sus logros, crecimientos y transformaciones. Aceptando que es una parte necesaria del cambio de etapa.
También es importante establecer límites saludables, hay que aprender a respetar los nuevos límites que los seres queridos pueden establecer como parte de su propio desarrollo. Y estar dispuestos a aceptar que el cambio es natural y saludable en las relaciones.
Guerra ha concluido la entrevista invitando a que en el caso de que la situación se complique, se busque ayuda de un profesional o se practique mediación para mejorar la comunicación y la relación. En muchas ocasiones, la falta de diálogo viene heredada de generaciones anteriores, lo que nos dificulta gestionar los cambios.
Acudir a terapia es clave si el Síndrome de la Imagen Congelada afecta gravemente las relaciones. El objetivo es brindar consejos prácticos que ayuden a establecer relaciones más saludables. Si eres padre, y tu hijo es adolescente, es fundamental ser paciente y darle espacio para procesar sus conflictos internos, aunque no siempre puedan expresarlo con palabras.
Para profundizar más sobre el Síndrome de la Imagen Congelada, puedes escuchar la entrevista completa con Montserrat Guerra en Onda Cero Cantabria en el siguiente enlace: Escucha la entrevista completa