Es por ello que publicamos este post, para tratar de esclarecer las dudas más generales y habituales que nos habéis trasladado en el Gabinete.
Cuando hablamos de Alta Sensibilidad nos referimos a que la persona posee un sistema nervioso con capacidad para percibir y procesar una mayor cantidad de información sensorial con simultaneidad, lo que da lugar a una sucesión de particularidades que hay que entender para poder vivir de manera equilibrada entra las necesidades personales y lo que nos demanda el exterior.
Este rasgo de la personalidad, presente tanto en hombre como en mujeres, tiene un componente genético (hereditario), por lo que si eres una persona con alta sensibilidad es probable que alguno de tus progenitores o descendientes lo sea.
Cada vez son más numerosas las investigaciones científicas que empiezan a componer un marco más preciso de la configuración particular de una persona denominada altamente sensible, encontrando un sistema nervioso más fino y desarrollado en algunas áreas del cerebro.
Se ha encontrado una mayor actividad en las llamadas neuronas espejo, por lo que las PAS disponen de un cerebro emocional provisto de una gran capacidad empática.
Por todo ello, es frecuente que padezcan una sobresaturación de información, de emociones, de pensamientos … de ahí que, durante mucho tiempo, se ha considerado que son personas introvertidas con tendencia a aislarse y mantenerse al margen; aunque en realidad lo que intentan, en muchas ocasiones, es protegerse de esa sobresaturación estimular. Muchos PAS confiesan que les encantaría relacionarse, pero en un contexto más cercano y con conexiones personales más profundas.
Si existe sospecha de ser PAS , existen numerosos test que pueden servir de orientación; si bien siempre es necesario recurrir a profesionales que puedan realizar una evaluación ajustada e individualizada.
Los siguientes aspectos del procesamiento sensorial son básicos y deben estar siempre presentes, no puede faltar ninguno para considerar que la persona es PAS:
Por otro lado, pueden observarse características o conductas sumadas a los aspectos básicos anteriormente citados:
Los datos científicos son claros, en aquellas personas denominadas PAS se encuentra una mayor actividad en las áreas neuronales relacionadas con las emociones y la respuesta empática (neuronas espejo) o áreas vinculadas con la conciencia y el procesamiento de la información sensorial (la ínsula).
Todo esto tiene como consecuencia partes vividas como positivas y partes agotadoras que desestabilizan a la persona PAS; es fácil escuchar su fascinación por la naturaleza, su capacidad para conmoverse con facilidad, la ternura, la profunda conexión en ciertos momentos con otras personas, películas o libros, el encontrar el amor… es vivido por la persona PAS con regocijo, fascinación y deleite.
La dificultad se da cuando aquello con lo que empatizamos es más grande que lo que podemos soportar, se realiza de forma continuada por un largo periodo de tiempo (entornos altamente estresantes) o llegue el momento de no distinguir entre quiénes somos nosotros y quién es la otra persona (o animal).
Es frecuente encontrarnos a PAS, extenuados a nivel emocional, que tienen dificultades para decir no de forma que no se sientan dañados por no cumplir sus propias expectativas con el mundo (a veces demasiado elevadas e incumplibles) y para marcar límites emocionales.
Asimismo, dificultad a la hora de ponerse la coraza necesaria para poder decidir libremente con que empatizar y en que involucrarse.
La sensibilidad se puede canalizar, pero no debe tratar de suprimirse; una vez que hay un entendimiento real de lo que se siente y del motivo, es posible comenzar a reconducir dicha emocionalidad. Uno de los métodos más adecuados es tener un momento consciente con uno mismo, hacer un autochequeo de aquellas situaciones que me agotan, poner nombre a las emociones, ver cómo me están afectando y encontrar nuevas fórmulas de actuación. Te invito a realizar este breve ejercicio de autoconocimiento.