Rupturas de parejas no superadas
Rupturas de parejas no superadas. -El final de una relación de pareja es un evento doloroso por el cual casi todas las personas pasan en algún momento de sus vidas. Y no solo esto, terminar un vínculo de pareja, a menudo, genera un cierto caos en la vida de quien lo experimenta: sensación de soledad y eventualmente de fracaso, obligación de cambiar de hábitos, de compañías y, en ocasiones, incluso de vivienda, miedo al futuro y a poder establecer una nueva relación, incertidumbre, etc.
Superar una ruptura exige atravesar un duelo, un proceso que incluye reacciones como la negación, el enfado, la ansiedad, la negociación, el dolor emocional y la aceptación. Estas reacciones no son sucesivas, sino que se alternan. En el mismo día una persona puede pasar de unas a otras. Por eso, una separación puede suponer una auténtica carrera emocional.
Rupturas de parejas no superadas
A menudo en nuestra cabeza aparece el pensamiento de “no consigo superar una ruptura”, porque el esfuerzo emocional es grandísimo y tenemos a esa persona en la cabeza constantemente.
A continuación, recogemos una serie de consejos evitar las rupturas de parejas no superadas:
Evitar el contacto con el/la ex
Tras una ruptura, la mejor decisión es reducir a cero la comunicación con la otra persona.
Tiempo habrá de calibrar si en el futuro podemos conservar una amistad u otro tipo de relación, pero durante el comienzo de la separación es mejor evitar el contacto.
El objetivo es no ver a la expareja, no hablar por teléfono, ni intercambiar mensajes, no revisar sus cuentas en las redes sociales, no visitar los lugares comunes, no revisar cartas o fotos antiguas, etc.
Buscar apoyo emocional
La familia y los amigos resultan claves en estos momentos, que nos hacen sentir acompañados.
Una ruptura solo (sin ayuda) no es lo más adecuado. También puede plantearse ayuda psicológica.
Recuperar aficiones y distraerse con cosas que nos gusten
Es importante reflexionar sobre lo que ha sucedido y hablar de ello, pero tampoco debemos obsesionarnos, hay que estar activo, con la mente ocupada en cosas que nos interesen.
Crear hábitos nuevos y aumentar nuestro círculo social
Además de recuperar aficiones antiguas, un buen plan es crear nuevos hábitos y conocer a otras personas. Esto provoca un estimulo que nos hace avanzar. Pensar en otras cosas.
Escribir
Escribir tiene multitud de beneficios, los psicólogos recomiendan escribir, pues es una actividad que proporciona numerosos beneficios: desde la catarsis hasta la posibilidad de estructurar y ordenar las ideas.
Aceptar las propias emociones sin evasiones
El duelo tiene distintas manifestaciones y fases, y es necesario atravesarlas para poder superarlo. Frustración, rabia, fastidio, llanto: son emociones y reacciones que suceden con frecuencia en este periodo, y no sirve intentar taparlas o hacer como si no existieran porque traerían peores consecuencias.
Cuidar la autoestima y evitar la culpa
La autoestima de una persona puede resentirse durante una ruptura, sobre todo cuando no es ella quien ha tomado la decisión. Es importante que sea consciente de ello y que trate de no culpabilizarse por lo sucedido ni angustiarse pensando cómo habrían sido las cosas si hubiese actuado de tal o cual manera.
Si bien hay que aceptar las propias emociones, los expertos recomiendan evitar la culpa y el autolinchamiento. Lo que queda es seguir adelante y procurar, en todo caso, aprender de los posibles errores.
Esforzarse en no idealizar la relación terminada, como en todas las relaciones “no todo fue bonito”
Si tendemos a recordar solo las cosas buenas de la pareja que ya no está, esto provocara mucho sufrimiento. Hay que recordar tanto lo positivo como lo negativo.
Asumir que hace falta tiempo. Tiempo al tiempo.
Todo este proceso lleva semanas, meses y a veces años. Varía en función de cada persona y de cada historia en particular. Tampoco se trata de dar un tiempo eterno, si vemos que con conseguimos superar la ruptura en un tiempo prudencial, hay que pedir ayuda psicológica.
Un año después de la ruptura, y no supero la ruptura
El duelo tras una ruptura de pareja puede ir de 6 meses a 2 años. Además, las mujeres y los hombres afrontan el desamor de maneras diferentes.
Esforzarse en olvidar la relación y no sentir dolor hará que éste se enquiste y, con el tiempo, será mucho peor. Pero tampoco podemos estar en un periodo eterno de sufrimiento y duelo, porque no es bueno para nuestra salud mental. Un duelo no superado influye muy negativamente en nuestras vidas. Por ello, debemos pedir ayuda especializada a psicólogos clínicos que trabajen dicha circunstancia.
En muchas ocasiones, el sufrimiento está acompañado de un gran sentimiento de culpa que se hace insoportable.
Etapas/fases del duelo amoroso
Cuando se termina una relación existen varias fases de una ruptura. No quiere decir que se produzcan de manera lineal. Estos estadios se van intercambiando.
Pérdida / incredulidad
Es la primera fase del duelo de una ruptura y se corresponde con el shock inicial de la noticia, y con el mecanismo de defensa de no querer enfrentarnos a esa dolorosa realidad. No queremos que la persona que amamos desaparezca de nuestras vidas.
No hay una duración establecida para esta fase, pero salvo casos muy específicos, lo habitual es que se corresponda con los primeros días de la noticia o las primeras semanas. Es la fase en la cual se toma contacto con la realidad.
Por más destructiva o tóxica que haya sido la relación, en la mayoría de los casos las personas han desarrollado la negación como herramienta para evitar el dolor de una ruptura inminente. Se trata de una etapa muy corta que luego da paso a la tristeza.
Desesperanza / insensibilidad
Algunas personas, cuando dejan de negarse el hecho en sí de la ruptura, o empiezan a creérselo, entran en una fase donde dicen no sentir nada, como de “anestesia emocional”. Hablan del tema igual que te comentarían una noticia de la televisión, sin emoción, como una mera descripción de hechos pasados, presentes y puede que hasta futuros. A veces son conscientes de que es extraño cómo se encuentran, pero otras creen que ese no sufrir puede que se relacione con que en realidad no estaban tan enamorados/as como pensaban o que lo han aceptado muy rápido y están pasando página.
Hay duelos en los que no aparece esta fase, pero si sucede, debemos facilitar que esa persona supere el bloqueo y empiece a sentir para que pueda avanzar con su duelo.
Tristeza
Se trata de una de las etapas de una ruptura amorosa más difíciles de sobrellevar. Es una fase en la que se encuentra presente el miedo, la falta de autoestima, la tristeza y hasta puede llegar a la depresión.
Abundan los recuerdos y situaciones vividas en la relación.
Cuando asimilo lo que está pasando, y paso el shock y bloqueo inicial, empieza la tristeza y el dolor. Si hay una emoción que corresponda más que otra al duelo por una ruptura amorosa, esta sin duda sería la tristeza. Es la emoción que corresponde a cualquier tipo de pérdida; es sana, y es necesaria pasarla para poder hacer el proceso de duelo (la palabra “duelo” significa dolor).
Sin embargo, aunque sabemos que es la emoción normal, nos vamos a encontrar con personas que evaden esta emoción. Algunas porque lo ven como signo de debilidad y quieren estar fuertes, otras porque creen que su ex pareja no se lo merece, y otras personas porque lo asocian a la depresión y cada vez que se notan la más leve tristeza ponen en marcha toda una serie de mecanismos de distracción y automensajes positivos para cortarla lo más rápido posible. Pero este sentimiento, aun siendo duro, es necesario.
La etapa de tristeza dentro del proceso de duelo emocional por ruptura no tiene una temporalidad determinada. Si bien se habla de que el proceso total del duelo no suele durar menos de un año, ya que en ese año la persona se va a enfrentar a todas las “primeras veces sin”: primer cumpleaños, primer no-aniversario, primer san Valentín, primeras vacaciones, primera Navidad…
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Miedo / Ansiedad / angustia / culpa
El miedo es una emoción que aparece con bastante frecuencia en los procesos del duelo en una ruptura amorosa. Suele ser miedo a lo desconocido, a estar solos/as, a qué deparará el futuro, a enfrentarse a nuevas tareas o funciones que llevaba la otra persona y que no se ven capaces de hacer… En general, miedo a todo y a veces a nada en concreto, sólo al futuro y a si será peor que lo ya conocido.
La angustia, a veces con forma de ansiedad, suele aparecer especialmente si los trámites de la separación se están dificultando por algo o hay cosas pendientes.
Destacar entre estos factores que conducen a la ansiedad, uno que a veces, cuando aparece, provoca altos niveles de malestar y que puede precipitar pasar a otra fase y alternarse con esta: tener información de la ex pareja. Son muchas las personas que, tras la ruptura, tienen información de su ex pareja, y habitualmente esto les crea desasosiego incluso cuando la información no es relevante. Por ejemplo, saber que está saliendo, o que le han visto en algún sitio con alguien, o simplemente que siguen con sus rutinas y aficiones. De todas estas informaciones, la que más impacto emocional suele tener es conocer una infidelidad pasada (que ocurrió durante la relación), que el motivo de ruptura fuera otra persona (aún sin infidelidad), o saber que está rehaciendo su vida y tiene una nueva pareja.
Hay que tener cuidado con la culpa, que puede ser autodestructiva. Aunque no todas las personas que hacen el duelo de la separación de pareja presentan esta culpa y se ven a sí mismas como auténticas víctimas de todo lo ocurrido, lo que tampoco es positivo al no ver su responsabilidad en nada que tenga que ver con la relación o la ruptura.
Pasados los días de tristeza más intensa, viene una calma peculiar. Ya comienzas a comprender que el mundo no se termina y que posiblemente haya sido una decisión correcta.
Ira
Puede ser la ira, o cualquier emoción similar a ésta. A veces aparece en forma de enfado o rabia y en otras como rencor.
Esta es la fase del duelo en una ruptura del buscar explicaciones continuamente, de las conclusiones de todo, incluso es una etapa donde puede aparecer la necesidad de venganza o castigo. La persona ha tomado conciencia de lo que le ha pasado, de la pérdida, y vive la ruptura como un ataque personal o una injusticia. Aquí se suele verbalizar todo lo hecho por la pareja, todos los esfuerzos y sacrificios que ahora se ven inútiles, y por los que la ex pareja se ha convertido en el/la malo/a de la relación.
Como todas las fases, no es negativa, de hecho, después de haber estado triste y angustiado/a durante un tiempo, esta emoción parece que proporciona una fuerza y ánimos que llevaban ausentes mucho tiempo, y que, en su justa medida, conducirán a la siguiente fase y, por tanto, a que continúe el proceso y finalice.
Es muy fácil quedarse atrapado/a en esta etapa. Todos/as hemos visto personas, que mucho tiempo después de su ruptura o separación, hablan de su ex pareja con el mismo odio y rencor que si hubiera pasado una semana antes. Y desde luego, rara vez son personas que hayan podido concluir su duelo, en la mayoría de los casos no han podido rehacer su vida sentimental, o bien porque no lo han intentado o bien porque no han conseguido mantener ninguna relación. No podemos afirmar que este sea el único motivo, pero desde luego, sabemos que cuando no perdonamos y tenemos rencor, el proceso de duelo amoroso se cronifica. Esto no quiere decir que no tengamos motivos para sentir rencor.
Nostalgia
La emoción que predomina es la nostalgia, pero no necesariamente echan de menos a su anterior pareja, sino más bien la vida de pareja, tener a alguien, no encontrarse solos/as… En definitiva, echan de menos los buenos tiempos y la ayuda y la compañía de vivir con otra persona.
Es una etapa donde las personas suelen hacer revisión de lo ocurrido con otra perspectiva, ya no suelen tener presente solo lo negativo o solo lo positivo de su ex pareja, sino que son capaces de hacer un balance.
Suele ser la fase donde se hace introspección, se perdonan a sí mismos/as y a la otra persona y, aunque también aquí pueden aparecer dudas y miedos sobre el futuro, especialmente sobre futuras relaciones, es una etapa óptima para hacer una revisión del papel que han tenido en esta y otras relaciones, qué necesitan cambiar en un futuro, etc.
En general predomina la búsqueda de soledad. Podrán quedar con amigos, pero será menos que antes, y lo más probable es que busquen excusas para quedarse en casa incluso los fines de semana. Hay que tener en cuenta que la nostalgia es una emoción de la familia de la tristeza, y que al igual que ésta, reclama aislamiento e introspección.
Aceptación
Aunque se incluye como una fase, no lo es propiamente; todas las anteriores fases forman parte del proceso de asimilación y aceptación de una pérdida. Llegados a este punto, el proceso ha concluido.
La persona ya es capaz de pensar en su ex pareja sin dolor de antes. Puede que incluso ya pueda tener información de su ex sin angustia ni ansiedad, y si tiene alguna emoción negativa no le afecta tanto. Incluso puede llegar a plantearse tener una relación de amistad con el/la que antes fue su pareja.
En general, suelen tener un estado de ánimo positivo y estable, se ven fuertes y capaces de seguir su camino. Ya no se aferran a ninguna idea de volver, ni al recuerdo de esa persona, se sienten liberados y capaces de rehacer sus vidas.
Pero hay que tener en cuenta que los duelos son inherentes a las pérdidas y si bien son comunes, no siempre se culminan de forma óptima. Por eso en ocasiones es necesaria la intervención de un/a profesional de la psicología que acompañe y facilite este proceso de duelo. Un psicólogo orientara adecuadamente todas las fases para que las Rupturas de parejas no superadas se ubiquen en el lugar adecuado.
Comenzarás a sentirte más tranquilo o tranquila, y tener esperanza en que el pasado quede atrás.
Superación
Después de mucha reflexión, meditación y tiempo, llega el momento de la superación. Cuando ya no siente rencor ni tristeza por la ruptura, es porque posiblemente ya estés cursando la última etapa y estés a punto de superar la ruptura de pareja.
Es un momento de evaluar los errores cometidos en tu relación anterior, para aprender de ellos y evitar seguir repitiéndolos en relaciones futuras.
Señales que revelan si realmente has superado a tu ex
- Ya no controlas sus movimientos en redes sociales, ni en su vida, ya no te preguntas qué estará haciendo, ya no le/la investigas.
- Ya no le guardas rencor.
- Ya no preguntas por él/ella a sus amigos o familiares.
- Ya no miras vuestras fotos con nostalgia.
- Valoras lo aprendido.
- No te importa que rehaga su vida.
- Vuelves a confiar en el amor.